En la actualidad, Rabadán vive totalmente alejado del fútbol y trabaja como asesor fiscal en una agencia de valores. Emilio Colomina dejó su trabajo como consultor y empezar de cero y arriesgar su patrimonio para hacer realidad su sueño, La Fábrica, un negocio de confección de camisas a medida que a finales de 2012 puso en marcha junto con un grupo de amigos amantes del bien vestir, pero con presupuesto reducido para ‘el uniforme de trabajo del hombre’.