Pequeña bronca con el árbitro y Vinicius, le pide Ancelotti calma a su jugador, se impacienta el público ya con Figueroa Vázquez. Por unos breves instantes, el metro se llena de vecinos madrileños que uno no esperaría encontrar en el metro, pero a veces, el transporte público es inevitable, camisetas de futbol como la muerte o los impuestos. Va a ser un día difícil para Muriqi que va a tener que pelear cada pelota larga.